Hola queridos lectores,
os escribo para contaros que en enero de 2018 me puse a aprender español (o “castellano” como dicen los latinoamericanos) y me gustaría compartir mis experiencias con vosotros. Lo he hecho usando una “App” y todavía estoy practicando cada día.
Aprender un nuevo idioma a mi edad bíblica, sin ninguna obligación y fuera de la escuela es totalmente un enriquecimiento y además un buen entrenamiento para el cerebro. Siempre he repetido mis vocablos y acabó de leer mi sexto libro en español mientras tanto (“Crónica de una muerte anunciada” de G. Márquez, lo que puedo recomendar mucho) y ya me espera otro: “Lazarillo de Tormes”. Además, me he puesto a escuchar podcasts en español porque todavía de vez en cuando tengo problemas de seguir conversaciones rápidas o cuando mascullan, como por ejemplo en algunas películas y por tanto tengo que practicarlo más. Me va muy bien – y no os preocupéis, no me ha requerido mas que 30 minutos por día.
¿Y sabéis qué? Aprender otro idioma no sólo es muy divertido (y – dicho sea de paso – una buena habilidad en vuestro CV) pero también os puede proteger contra Alzheimer. Qué guay, ¿no? Y para colmo en caso de español aprenderlo me puede abrir muchas partes del mundo ya que 570 millones de personas hablen ese idioma.
¿Que me decís?
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